(10) Sorpresa
Lunes, 27.12.2021
Han pasado dos semanas ya. Vendaval estaba recuperándose extremadamente rápido como para haber tenido una herida tan profunda.
Me llegó una idea a la mente. ¿Y si fue mi papá quién mantuvo a salvo a este caballo solo para que llegase a mí? Al final este animal fue la causa de la muerte de mi papá, pero de alguna manera seguía vivo a pesar de que sufrió un daño más grave que mi padre. No sabía qué o quién fue el que trajo este caballo a mi vida, pero sí sabía que lo necesitaba tanto como él a mí.
Eran las seis de la mañana. Como siempre a esta hora, me dirigí a los establos para preparar la comida para los caballos y dársela. Cuando me puse a distribuir la comida, noté que algo no cuadraba. Las puertas de dos boxes estaban abiertas. Yo ya conocía tanto mis establos que inmediatamente reconocí cuáles de los caballos estaban desaparecidos.
Salí del establo y vi a Sheryl y Vendaval pastar en el pasto, juntos, como si nada. Cuando me acerqué a la valla, ambos se dieron cuenta de que iba a por ellos y se echaron a correr. Eran definitivamente demasiado listos los dos...
Me demoré más o menos media hora persiguiendo a estos dos caballos hasta que - cansada - me senté en el medio del pasto. Y al parecer descubrí una técnica oculta de hacer que los caballos se acerquen. Al ratito estaban pegados a mi lado, por lo tanto, pude ponerles a ambos cabezadas y llevarlos a sus boxes.
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Dos semanas más tarde vino el veterinario para hacer un chequeo de rutina y qué sorpresa me llevé cuando me enteré de que el próximo año íbamos a tener una nueva adición a la familia. ¡Sí! Iba a ser el potro más bello del mundo, puesto que sus papás son Sheryl, la yegua más lista que he conocido jamás, y el gran Vendaval, el caballo nunca se rinde, el más fuerte de la granja.
¡Qué ilusión me hizo esa noticia!
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